Entradas

Mostrando entradas de 2015

140 caracteres.

140 caracteres y no sirve para exponer la diferencia entre ambos. No mantenemos las manos arriba por estar de fiesta, más bien por sentirnos aprisionados y en el centro de la mirilla. Nos atacamos con discusiones estúpidas. Agarramos las criticas como si no tuviéramos defectos, y nos afectan las palabras como balas impactadas... Estamos entre la fuerza de dos y la victoria de uno.

Juzgar.

Cuestiones diarias, incluso cuando en la realidad todo sigue siendo completamente perfecto. Desde fuera creemos que todo es infinitamente menos complejo y solemos juzgar por cosas que creemos que están realizadas mal. Creo que lo válido de una persona debería de medirse por sus acciones y sus intenciones y no por su competencia respecto a la habilidad sobre algo. Intentar e intentar es lo que nos debería de marcar y lo que nos debería de juzgar, porque yo no tengo el derecho a decir que está bien o que está mal cuando ni si quiera se si lo que yo hago es juzgable o no. Entre tú y yo, dejemos el juego sucio y marquemos el cambio: Tú me dejarás de juzgar y yo trabajaré duro para que no lo tengas que hacer más.

Oxigenarse.

De eso se trata. De tomar tu tiempo, tomar el aire que necesites. Oxigenarse. No hay que estar siempre contentando a los demás, hay que ser egoísta en momentos oportunos. No es más fuerte el que ríe o el que llora si no el que consigue tener ambas cosas.

Pequeños.

¿Recuerdas cuando eras joven y despreocupado? ¿Cuándo todo lo que hacías era por diversión, porque te gustaba investigar…? De pequeños, nos encantaban las historias, lo indefinido, mirábamos los cuentos en busca de finales mágicos. Nos enredábamos en pensamientos inocentes. Siempre estábamos trasteando, indagando hasta lo más profundo. No había miedo… Con la edad te vas haciendo de un sentimiento diferente, te vas dando cuenta de que realmente no hay finales, si no comienzos, de que empiezas a preocuparte, a tomar conciencia de lo que haces. Empiezas a maquinar historias reales que te hacen sentir especial. Vas fabricando un futuro incierto, con momentos de miedo, de no querer indagar más… y otros que sin duda ni te los piensas, te lanzas porque te gusta esa sensación de aleatorio.

Privacidad.

Privacidad. ¿Qué es la privacidad? Según un diccionario, nos diría que es la parte profunda de uno mismo, los sentimientos, la vida familiar y personal, pero ¿no llega a ser mucho más que eso? Entiendo por privacidad al hecho de no intervenir ni molestar ciertos momentos de una persona, no actuar sobre la actividad de alguien. Para mi, privacidad comprende todo lo de uno, tanto sentimental como terrenal, y a veces dejamos que ciertas personas entren en esa privacidad, algunos incluso se permiten modificarla a su antojo, otros se cubren con ella, creando una privacidad abierta y con un descontrol que la propia palabra no permite. No toleres nunca que alguien entre en tu privacidad, una vez corrompida no se admite volver atrás.

Prescindible.

Siempre esperanzados a lo prescindible, a agarrar la vela por la llama. Nos encanta quemarnos y sentir dolor. Llegamos a ser cabezotas por naturaleza y lo que no sabemos es que actuamos por las corrientes que nos llegan. Somos difíciles, nunca concordamos con ser libres, por eso no se consigue ser realmente feliz. Los píes en el suelo y siéntete como tu realmente eres, deja de mirar lo que otros hacen porque provocan en ti que seas prescindible.

Amistades.

La vida nos da a veces oportunidades de crear grandes cosas, como por ejemplo grandes amistades. Siempre estamos en contacto con personas, de diferentes razas, culturas, en general de otros pensamientos, pero un día llega el momento clave de conocer a personas magnificas… todo cambia en ese día. No sabremos nunca cuando fue ese día realmente pero sabemos que nos cambió, nos cambió nuestra forma de pensar, de ser, de sentir… las oportunidades las elegimos o ¿nos tocan? No lo sé, pero gracias por estar dónde estáis. No nos damos cuenta de qué posición toman hasta que las echas en falta.

Continuamente.

Queremos estar en lo más alto, continuamente. Nuestros sueños son siempre grandes, conseguir lo máximo aunque ni si quiera lo necesitamos… pero ahí estamos, al pie de la frontera para tener lo que soñamos. No somos pacientes, lo buscamos y lo queremos ya, al instante, produciéndose así una cadena de fallos continuos que son irreparables mientras no seamos calmados, dejando que aquello que no nos sobra, el tiempo, arregle todo lo que por ambición hemos destruido. La celeridad y la ambición no son compatibles, así que he decido tomarme tiempo para elegir cuales son mis objetivos.

hemos.

Hemos vivido bajo un manto de nubes que nos tapaban la realidad. Hemos sentido el estar felices de algo que no era real. Hemos tenido la oportunidad y la hemos dejado escapar. Hemos estado libres, sin ataduras, y nos  hemos convertido en seres enjaulados. Hemos corrido sin pensar que debería de pasar después. Hemos roto la necesidad de buscar alternativas mejores. Hemos hecho que lo imposible, fuese posible. Hemos creado un único momento. Hemos sido infieles a nuestros sentimientos. Hemos nacido para amar lo insensato. Hemos abierto la puerta al fallo. Hemos roto lo único que teníamos. Hemos hecho que de "nosotros" solo quedase dos desconocidos. Hemos creado unos recuerdos inservibles.

Egoísta.

Cosas que no se pueden entender cuando estoy contigo. Me mantienes. Me das la vida. Y también me la quitas. Me pones furioso. Me haces sentir lo único y perfecto para ti. Me tienes sobre tu techo. Me mantienes sobre tu cama. Me das oxígeno. Me quitas mi tiempo. Me das alegrías. Me haces sentir completo. Me das celos. Me cubres. Me llamas de una forma especial. Me escuchas. Me haces entender. Me tienes nervioso. Me das seguridad. Me colmas la paciencia. Me regalas tu tiempo. Me das la luz. Me das la locura. Me quitas la cordura. Me expones a la lujuria. Me tienes egoísta. Y yo ¿qué te ofrezco yo? Es difícil de explicar el antes y el después, y sólo tenemos una vida para comprendernos ¿no? Que mejor que comenzar ahora.

Conmigo.

De cientos de estrellas que caen, decidiste escaparte tú. Aún habiendo podido elegir a quién quisieras me elegiste a mi. Ahora es cuando toca la labor difícil, mantenerte. Conseguir tu atención continuamente, no aburrirte con mi personalidad, tenerte enamorado, ser tu compañero, hacerte feliz y sobretodo intentar que vivas una vida intensa conmigo. Que vivas todo como si fuera único, porque a nadie voy a engañar y sé que está el miedo a perderte. Somos humanos y hay que comprender el hecho de que la sensación de amor no puede perdurar para siempre. Todos tenemos nuestros errores, nuestras marcas y nuestras actuaciones, pero en cuanto nos referimos al amor, creo que todos lo intentamos demostrar de la misma forma, haciendo feliz a la persona que queremos. Nada es fácil, hay que trabajar día a día.

Inmejorable.

Derrochabas felicidad. ¿Qué te ha pasado? Eras el ser más feliz y despierto de la faz de la tierra, saltabas de alegría continuamente y ayudabas a que las personas de tu alrededor olvidasen sus batallas perdidas. ¿Dónde está ese humano capaz de realizar lo imposible? No seas tonto, no te hundas por un motivo tan pequeño. No hay nada imposible, y lo sabes. Eras tu quién animaba a los demás a que consiguiesen sus objetivos, a que alcanzasen sus metas. Tú, quien mejoraba lo inmejorable. No huyas ahora, sigue fuerte como siempre. Rompe tus barreras y sal, sal porque el mundo es tuyo.

Desastre.

Incluso cuando las paredes son altas y vigorosas me creo que estoy encerrado en una habitación cutre, agobiante… No hay manera de recurrir al alma y sacar partido de la fuerza que otorga, y ¿por qué? El sonido del corazón marca el nerviosismo de querer tenerte cerca, de necesitarte aquí y ahora, mientras tanto mi cabeza sigue encerrada, está demacrada por situaciones que la tienen tachada. No sé a dónde ir, por dónde moverme o qué hacer, estoy hecho un auténtico desastre, no manejo mi cuerpo y parece ser que no quiere que yo le maneje, está incentivado por la energía oscura de la lejanía. Esto no tiene solución… es un hecho. Pienso que he fallado en mi mismo, en creer en mi, en no ser lo suficientemente maduro para afrontar la situación, de no aceptar el hecho… pero el corazón quiere lo que él quiere.

Calibrar.

Las experiencias, vivimos por ellas. Nos dan la vida y nos recuerdan el porqué de seguir continuamente. Nos dan la ambición de conseguir las metas. Pero, ¿necesitamos siempre tener lo máximo? No hay un punto de parada, no encontramos el gozo después de conseguir algo, buscamos más. Debe ser por esto que me sienta agobiado, sin intención a nada. Frustrado. Ahora mismo tengo muchas metas en mente y casi todas están paradas por sobrepasarme con la ambición, por no saber controlar el impulso, necesito tiempo y descanso. Tengo una gran necesidad de reposar la mente y volver a calibrar lo que necesito para ser feliz, manejar de nuevo los puntos que me hacen feliz y ver hacia dónde va todo.