Fabian Aponte

Confianza. Gran palabra. Todos buscamos en alguien con quién confiar, que nos sustente esa certeza de que contaremos siempre con esa persona, pero es estrechamente limitada esa cualidad. No todos la tienen como principal objetivo por que la traición es un complemento de la que también se debe contar con ella. Hay cosas que nunca van a cambiar, como nuestro color de ojos, nuestra forma de amar o la sensación de estar seguros. Queremos que la gratitud que forma a la confianza sea algo que no cambie, esa cualidad que hace sentir que es verdad, te da firmeza, una firmeza constructiva. A veces no se que decir respecto a esa confianza, ya que es difícil evitar romper la certidumbre de que algo va bien cuando realmente no va bien. Elegir las palabras, no hacer daño, tener presente el amor... y temer perder la confianza.

Cuantas cosas nos proponemos y cuantas somos capaces de hacer... Si supieras lo que ronda en mi cabeza, no tendrías duda de que lo que me propongo día a día es real. Es fácil contar, hablar, decir... lo difícil es hacerlo sentir. Las cosas grandes no simbolizan nada si no están llenas de cosas pequeñas, igual ocurre con los sentimientos, un sentimiento grande esta compuesto por muchos trocitos de afecto. Se que hay más de un camino para hacer feliz a alguien y también existe un único camino para derrumbar a alguien. Siempre se evita concluir en la tristeza y marchar sobre la felicidad continua, pero es imposible. Cada persona esta compuesta de infinidades de opciones que se contradicen con unos y otros, y ahí está el motivo de lo que escribo hoy, lo que nos choca y lo que nos complementa, esa esencia que hace que todo vaya en una ruta. Elegir las palabras adecuadas para que otras personas no se sientan molestas es complicado, y más si quieres a esa persona, si esa persona es la que

Cuanto más cerca estás de la persona a la que quieres, te vas dando cuenta que tu forma de vivir se contrasta con la de tu pareja. Cambias hábitos, constumbres, ideas y el pensar. Ves como hay que amoldar tu vida con la suya, tienes que planificar por dos, con la opinión de dos... es todo más laborioso. Creas un ambiente que nunca pensabas que se iba a formar y que no sabías que podía funcionar. Te vuelves diferente aunque manteniendo una esencia básica de ti. Casi todo cambia. Con el paso del tiempo me voy dando cuenta de que somos personas que nos adaptamos, pero siempre cumpliendo con nuestra base de ser. Es evidente de que debemos de adecuarnos a las situaciones y eso no sifnifica que no tengamos personalidad, es más bien que encontramos la forma de que el amor y la persona se complementen. Y te das cuenta del significado real de la vida.