Demasiado alto.
Ha llegado el punto de la determinación, no hay forma de llevar esta situación adelante. Aprendí muchísimo de ti, de tus hazañas, de tu sabiduría, tu forma de ser, de la imaginación que tú mente difunde a todos los que te rodean, de los criterios que forman tu vida, la manera en la que enseñas, de todo lo que haces ante el mundo. Eres demasiado perfecto como para seguir atándote a mi, no merezco tu atención, siento que ya no estoy unido a ti. El viaje que tuvimos fue precioso, tuve sensaciones únicas, me sentí volando constantemente cuando te tenía conmigo... pero lo que me mantenía en el aire desapareció. Creo que ha sido todo por mi culpa, he volado demasiado alto. Hemos estado en una espiral de emociones que mantenían nuestro interés al máximo pero por alguna razón hay que parar esta farsa, tú no eres el mismo y yo, tampoco. Y ahora me puede más el miedo de haberte tenido que la realidad de haberte perdido.